A mí me daba igual quién iba a ser el campeón de Motogp 2015. Estaba disfrutando de la carrera, del mano a mano que estaban llevando. Parecía que iba a ser una de esas carreras épicas que hacen afición... y ya sabemos todos en qué acabó la historia. Una pena. Ahora tengo una cosa clara: las palabras campeón, deporte y Rossi no son compatibles